
¿Qué hemos aprendido de las bodas en 2020?
La que diga que el 2020 no la ha cambiado, se está mintiendo a si misma y no quiere acostumbarse a la nueva realidad.
Muchas son las personas que han tenido que cambiar sus planes en general: un viaje deseado, una inversión importante, emprender su propio negocio y, por no dejarlo fuera, modificar, reprogramar o darle pausa a su boda soñada.
¡Qué desgracia!
Por suerte, el mundo no se ha acabado y todos hemos tenido que adaptarnos. Si eres de las que encuentra la luz en momentos de oscuridad, seguro que has aprendido a cambiar el lente con el que mirabas la vida antes del virus y estás preparada para lo que sea que el 2021 te traiga.
Entonces, quiero compartirte lo que yo he aprendido luego de escuchar y trabajar con novias el año pasado. Seguro que tu también lo sabías, pero no te habías dado cuenta:
Lo que toda boda necesita para ser realmente especial es a una pareja que esté enamorada y desee vivir el momento. Todo lo demás puede esperar.
El número de invitados no es lo que hace una boda especial, sino la calidad de los seres queridos que comparten con los novios.
Tener recuerdos de una boda con 10 invitados en la intimidad familiar, tiene más sentido que una celebración de 300 personas en el lugar más famoso de bodas.
El deseo de comenzar una vida junto a alguien será siempre un triunfo, por encima de cualquier circunstancia.
Decidir cuál camino seguir ante lo inesperado puede parecer difícil, pero el amor siempre encontrará la forma.
Nada puede detener a dos personas que se aman.
Al final de todo, el amor es siempre lo más importante.
Aun si el panorama luce aterrador, vale la pena ver como el amor gana una y otra vez.
Parece que las cosas van a seguir igual por un tiempo más, pero a pesar de eso, recuerda siempre lo importante: el amor que te une a tu pareja y las ganas de celebrarlo pueden con esto y mucho más.
